
En 1968, Don Ignacio Kleñuk llega a San Vicente, Misiones, y sin servicio de electricidad ni agua potable, decide iniciar un local de ramos generales.
Doña Elba, su esposa, desde la cuna traía la idea de dedicarse, como sus padres, a la Yerba Mate. Contagia esta pasión por la Yerba Mate a Don Ignacio. Y la idea de emprender nuevamente comienza a crecer.
Así es que, con muchas ganas de trabajar duro, junto a Don Skowbron, en 1978, crean una sociedad y el primer Secadero de Yerba Mate de San Vicente.
Con mucho trabajo y compromiso, elaborando productos de primera calidad, en 1987 plantan el primer secadero de Té en San Vicente, proporcionando mucho trabajo para la zona centro de la provincia de Misiones.